domingo, 29 de septiembre de 2013

Dormir la siesta en infantil mejora el aprendizaje

La siesta es fundamental para la consolidación de la memoria y el aprendizaje temprano

El estudio realizado en la Universidad de Massachussets con cuarenta niños de tres a cinco años demostró que quienes duermen siesta al mediodía obtienen mejor puntuación en tareas que involucran la memoria visual y la espacial.

Las autoras remarcan:
"A falta de una comprensión científica de la función de la siesta en la primera infancia, los responsables políticos pueden limitar las oportunidades de dormir la siesta en el aula en la etapa de infantil debido a las crecientes demandas del currículo. El estudio evidencia que la siesta en el aula apoya el aprendizaje en los niños de educación infantil al mejorar los recuerdos adquiridos previamente durante el día, en comparación con intervalos equivalentes de tiempo en el que permanecen despiertos". 
"Esperamos que estos resultados sirvan a los responsables políticos y a los directores de los centros para tomar decisiones informadas con respecto a las oportunidades de la siesta en las aulas. Los niños no sólo deben tener la oportunidad de dormir la siesta, se les debe animar a dormir creando un ambiente que apoye el sueño"
Consigue el estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences

Lo encontramos a través de este artículo:

La siesta mejora el aprendizaje del niño en edad preescolar (Entorno inteligente)

Las siestas que se echan durante el día en el aula apoyan el aprendizaje de los niños en edad preescolar al mejorar su memoria, según concluye la investigación de un equipo de expertos del sueño de la Universidad de Massachusetts en Amherst, Estados Unidos.
En su estudio, aquellos que durmieron un rato durante el día realizaron significativamente mejor tareas viso−espaciales por la tarde que quienes no disfrutaron de ese tiempo de sueño. La psicóloga Rebecca Spencer, con los estudiantes Kasey Duclos y Laura Kurdziel, afirman que los resultados del estudio llevado a cabo con más de 40 niños en edad preescolar sugiere que las siestas son fundamentales para la consolidación de la memoria y el aprendizaje temprano.

"Somos los primeros en reportar evidencia de que las siestas son importantes para los niños en edad preescolar. Las siestas ayudan a los niños a recordar mejor lo que están aprendiendo en preescolar", afirma la directora del estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. 
Para este estudio, Spencer y sus colegas seleccionaron a 40 niños de seis escuelas preescolares en todo el oeste de Massachusetts y les enseñaron una tarea visual−espacial similar a los juegos de memoria. En este juego, los niños veían una cuadrícula de imágenes y tenían que recordar dónde se encuentran las diferentes imágenes. Cada niño participó en dos condiciones: tras una siesta y sin dormir. Las siestas duraron un promedio de 77 minutos, el mismo tiempo que estos se mantenían despiertos cuando no echaban la siesta.
De este modo, se probó el juego de memoria con y sin siesta y, de nuevo, al día siguiente para ver si el sueño nocturno afecta al rendimiento. Los niños olvidaron significativamente más ubicaciones de elementos en la prueba de memoria cuando no habían echado una siesta (65 por ciento de precisión) , en comparación con cuando durmieron durante el día (75 por ciento de precisión), de forma que tras una siesta, los niños recordaron un 10 por ciento más de los puntos de prueba que cuando se mantuvieron despiertos. "Los niños se desempeñaron significativamente mejor cuando habían dormido la siesta por la tarde y al día siguiente", resumen los autores. 
A su juicio, esto significa que cuando se pierden la siesta, el niño no puede recuperar este beneficio de dormir con el sueño nocturno y que parece que hay un beneficio adicional de dormir durante el día en la formación escolar. 
Para estudiar el efecto de las fases de sueño y si los recuerdos eran procesados activamente durante la siesta, los científicos reclutaron a un grupo adicional de 14 preescolares que acudieron a un laboratorio del sueño a los que se les practicó polisomnografía, un registro de los cambios biofisiológicos, durante sus siestas promedio de 73 minutos.
Spencer y sus colegas observaron una correlación entre la densidad del sueño husillo -que es la actividad relacionada con la integración de nueva información– y el beneficio de memoria durante la siesta. 
"Esperamos que estos resultados sirvan a los responsables políticos y los directores de los centros para tomar decisiones informadas con respecto a las oportunidades de la siesta en las aulas. Los niños no sólo deben tener la oportunidad, se les debe animar a dormir por la creación de un ambiente que apoya el sueño", aconsejan los autores, quienes piden a los centros preescolares que desarrollen directrices de siesta y una mayor investigación sobre la manera de proteger y promover la siesta para los niños pequeños con el fin de mejorar su aprendizaje.
Puedes ver, por curiosidad, cómo recogen la noticia en inglés News & media relations,

Un nuevo estudio de la Universidad de Arizona confirma el de Massachussets:
El estudio, realizado en la Universidad de Arizona, fue publicado en la revista Child Development, e investigó el aprendizaje verbal de niños de tres años de edad. El documento indica que los niños que echaron la siesta obtuvieron mejor puntuación en la comprensión de palabras 24 horas más tarde, en comparación con sus iguales que no echaban siesta.

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